A Musito le han crecido los enanos. La maledicencia que persigue a los que triunfan con sus propósitos en la vida. Las malas lenguas, esa vox populis que dicen los culteranos, le cocinan en su propia salsa y resulta gracioso relacionar algo de lo que dicen.
Si los españoles esgrimen una sonrisa irónica cuando alguien se refiere a la Beltraneja, no pueden hacer menos los cubanos cuando citan a su Mirabalejo. Se trata de una de esas tantas suspicacias que subyacen en la leyenda oficial del IV Dictador de la República, el mismo que, de niño, posó en brazos del II -Batista- ante la atenta mirada de Ángel Castro. Algo que parece ser obra de la mano negra de la abuela Dominga, a la que todos denominaban: La Bruja; porque se sugiere por la foto que algún poder demoníaco le transmitió el Indio.
En cuanto a lo de Mirabalejo, se explica por la silueta de un siniestro personaje, el teniente jefe del puesto de la guardia rural en Birán, presunto padre natural de Musito, que no le dio el nombre a su hijo, pero eso sí, el apodo: de tal manera que, el Chino Mirabal se transformó en el Chino, a secas. El teniente Mirabal terminó sus días en la mayor desgracia después de haber sido encarcelado por su propio hijo, pero aquí tenemos a Musito, gobernando.
Otra nebulosa se cierne sobre la relación de Musito y Alfredito Guevara.. Según las malas lenguas los dos -o, al menos, uno de los dos- son maricones, De Alfredito no queda la menor duda, Musito, en cambio, ha permanecido a la sombra, no ha salido del armario, pero eso sí, no podrá negar nunca que Alfredito fue su maestro, en el marxismo y la transgresión. Pero los comentarios no quedan aquí, la gota que revienta el vaso la debemos a Benigno, insigne alto oficial del ejército cubano, sobreviviente de la guerrilla boliviana del Ché Guevara, lo dice en su libero de memorias: lo de Vilma fue un traspaso de poderes, del hermanito mayor al menor, así fueron las cosas.
Pero para finalizar, sin escatimar detalles, las malas lenguas tienen que remitirse nuevamente a Batista, porque Batista quiso y así lo consiguió, formar parte del organigrama de Cosa Nostra, justificándose tal hecho con la leyenda falsa de que su padre era siciliano y que, de aquella localidad procedía el color de su tez morena. Musito, por supuesto, ha ido más lejos. Ha conseguido colocar a una hija suya en el centro gravitacional de la mafia casándola con un señorito de esa localidad. Los viajes de Musito a Sicilia han dejado de ser un secreto, un periodista inconsciente ha hecho público este episodio.
Las fuentes autorizadas que han venido recogiendo estas informaciones extraoficiales se extienden a lo largo de medio siglo. Puedo citar a Teté Casuso, Pardo Llada, Juanita Castro, y Benigno. No expongo nada de mi propia cosecha. ¡Que juzgue el lector!
Si los españoles esgrimen una sonrisa irónica cuando alguien se refiere a la Beltraneja, no pueden hacer menos los cubanos cuando citan a su Mirabalejo. Se trata de una de esas tantas suspicacias que subyacen en la leyenda oficial del IV Dictador de la República, el mismo que, de niño, posó en brazos del II -Batista- ante la atenta mirada de Ángel Castro. Algo que parece ser obra de la mano negra de la abuela Dominga, a la que todos denominaban: La Bruja; porque se sugiere por la foto que algún poder demoníaco le transmitió el Indio.
En cuanto a lo de Mirabalejo, se explica por la silueta de un siniestro personaje, el teniente jefe del puesto de la guardia rural en Birán, presunto padre natural de Musito, que no le dio el nombre a su hijo, pero eso sí, el apodo: de tal manera que, el Chino Mirabal se transformó en el Chino, a secas. El teniente Mirabal terminó sus días en la mayor desgracia después de haber sido encarcelado por su propio hijo, pero aquí tenemos a Musito, gobernando.
Otra nebulosa se cierne sobre la relación de Musito y Alfredito Guevara.. Según las malas lenguas los dos -o, al menos, uno de los dos- son maricones, De Alfredito no queda la menor duda, Musito, en cambio, ha permanecido a la sombra, no ha salido del armario, pero eso sí, no podrá negar nunca que Alfredito fue su maestro, en el marxismo y la transgresión. Pero los comentarios no quedan aquí, la gota que revienta el vaso la debemos a Benigno, insigne alto oficial del ejército cubano, sobreviviente de la guerrilla boliviana del Ché Guevara, lo dice en su libero de memorias: lo de Vilma fue un traspaso de poderes, del hermanito mayor al menor, así fueron las cosas.
Pero para finalizar, sin escatimar detalles, las malas lenguas tienen que remitirse nuevamente a Batista, porque Batista quiso y así lo consiguió, formar parte del organigrama de Cosa Nostra, justificándose tal hecho con la leyenda falsa de que su padre era siciliano y que, de aquella localidad procedía el color de su tez morena. Musito, por supuesto, ha ido más lejos. Ha conseguido colocar a una hija suya en el centro gravitacional de la mafia casándola con un señorito de esa localidad. Los viajes de Musito a Sicilia han dejado de ser un secreto, un periodista inconsciente ha hecho público este episodio.
Las fuentes autorizadas que han venido recogiendo estas informaciones extraoficiales se extienden a lo largo de medio siglo. Puedo citar a Teté Casuso, Pardo Llada, Juanita Castro, y Benigno. No expongo nada de mi propia cosecha. ¡Que juzgue el lector!