Bienvenido al Blog de RAUL SANCHEZ QUINTERO

Quizás uno entre los últimos que, sin esperar hacerse un día profeta, claman en el desierto contra ciertas injusticias interesadamente toleradas por los altos poderes de la sociedad humana. Los profetas que clamaban en el desierto han desaparecido con la aparición de Internet. Ahora los que se cuidan del efecto de las llamaradas de sus palabras son los mismos de siempre, poderosos cazadores en oposición a Yavé, ensoberbecidos por el continuo uso y abuso de "las mieles del poder", cito: los hermanos Castro, Teddy Obiang, el Ogro de Birmania y la dinastía Kim. De manera que, a partir de este punto de encuentro, podré compartir con todos aquellos que así lo deseen, mis inquietudes, opiniones, resentimientos y propuestas. Y así es que me tenéis aquí, en esta hermosa playa africana, junto a mi mascota que es mi familia y junto a este inmenso mar que a todos nos une.




martes, 5 de agosto de 2014

Hacia un nuevo mapa geopolítico

Vladimir Putin aterrizó en La Habana el otro día para visitar y sostener un tête-a-tête con los hermanos Castro -dicen que conversó ¿con Fidel? largo tiempo-y al final de su visita se hizo público que, Rusia, le reducía a Cuba el 90% de la deuda que la Isla había contraído con la desaparecida URSS (35 000 millones de dólares, se ha dicho). ¿Cual es la historia que subyace detrás de todo esto?


Cuando Mijail Gorbachov visitó La Habana unos meses antes a la desintegración del coloso soviético y propuso a Fidel Castro siguiera el camino de reformas y transparencia emprendido en la URSS recibió una tajante negativa que en los días, semanas y meses posteriores se adornó de diatribas, acusaciones, reproches y expresiones inconvenientes de todo tipo y formato. La nueva Rusia de Gorbachov y Yeltsin había caído por entonces en un período caótico en el que un altísimo nivel de inseguridad ciudadana exportaba a través de los medios informativos la imagen de un país presa de la desesperación, en poder de las mafias.


Fue entonces que llegó al poder Vladimir Putin, un hombre formado en la dura escuela de la KGB, y comenzó un proceso de recuperación social a partir de una actuación firme y concluyente de un Estado que parecía haber recuperado con la firmeza ejecutiva de este hombre, la vitalidad que una vez le había caracterizado.


Pero, para los hermanos Castro, la vida continuaba igual en lo que se refería a sus relaciones con Rusia. No habían cambiado un ápice el contenido de la evaluación que, de las transformaciones llevadas a cabo en Rusia, habían hecho y continuaban sosteniendo contra viento y marea.. Por aquellos años, Putin, hizo una visita a La Habana, pero nada de lo que allí se habló fue hecho oficialmente público aunque llegó a saberse que, la deuda cubana con la URSS, de ahora en lo adelante, tendría que ser pagada a Rusia.


Después de casi cuatro décadas dependiendo de la URSS en todos los renglones económicos, puede ser calculada, por exceso o por defecto, una cantidad astronómica de rublos, pesos o lo que fuera. Rusia ha mantenido esa presión sobre el régimen cubano durante un cuarto de siglo. Una plazo de tiempo que ha sido más que suficiente para que, los hermanos Castro, sepan que no son precisamente ellos los que sostienen la sartén por el mango en este mundo y que, el católico-ortodoxo Putín, no se anda con chiquitas ante los desplantes de un par de vejestorios anquilosados y anacrónicos.


Pero un cuarto de siglo es mucho tiempo y un período en el que suceden muchas cosas. En ese tiempo la nueva Rusia se ha superado a sí misma renaciendo como el Ave Fénix con un poderío militar, económico y político muy superior al que alguna vez tuviera a lo largo de su historia. Su alianza con China la hace aun mas fuerte y sus pretenciones geopolíticas no pueden, como es lógico suponer, ir por detrás de esta realidad política. Puede comprenderse, entonces, el interés por manenenr una base en el Mar Caribe a partir de una fuerte aliana estratégica con la Llave del Nuevo Mundo, Antemural de las Indias Occidentales. Lo mismo que la Alemania del Guillermo II durante las dos primeras décadas del siglo pasado y ante las perspectivas que se abren con el proyecto chino para un nuevo canal transoceánico en Nicaragüa, la nueva Rusia busca dónde colocar sus bases. La Doctrina Monroe se ha quedado en los libros de historia. Pero: ¿A quienes corresponde una enorme responsabilidad en esta resurrección del castrismo ahora extendida y multiplicada? ¿Quienes fueron los que durante la primera mitad de la década del 90 del siglo pasado, cuando el castrismo agonizaba en su lecho de muerte, corrieron a insuflarle aire y lo resucitaron justificado sus actos con argucias? Occidente tiene que buscar a los enemigos en su propio campo, antes de enfrentar los desafíos que habrá de plantearle la historia.

Vigencia del Sofisma

¿Existe alguna acción humana que no pueda ser justificada de alguna manera?
Parece ser que no y el problema derivado de esta circunstancia ha requerido la atención de la filosofía occidental desde su época dorada en la antigua Grecia. Al sofisma, desde entonces, en singular y en plural han recurrido y recurren todos los demagogos de este planeta. Les viene como anillo al dedo. Han hecho del sofisma una industria.


Pongamos por caso las inversiones extranjeras en Cuba. Presuponían saltarse las reglas del juego a la torera porque los países desde los cuales comenzó a fluir el capìtal hacia la Isla mangoneada por los hermanos Castro desde hacia cuatro décadas en el momento en que se desintegró la Unión Soviética estaban comprometidos con Mil y Una alianzas en la lucha contra el comunismo. Pero es aquí que todo queda justificado, porque no se trata de fortalecer al régimen, -argumentan los inversores-, sino de ir acondicionando la vida social en el país para indirectamente presionarlo hacia aperturas que inicien el rumbo hacia una futura democracia.


En ningún caso se plantea la posibilidad de que sea el régimen quien aprisione a los inversores después que estos se hundan hasta el cuello en programas incentivados desde el poder dictatorial y sus intrísicas ambiciones y la enfermiza avaricia que les ha caracterizado desde siempre. ¿La opinión pública? Pero: ¿De qué opinión pública Usted me habla? ¿Los de Miami? Esos son fascistas. ¿Los de la Isla? Esos están castrados, se espían los unos a los otros, y no se quejan por nada aunque sufran de todos los males de este mundo. Porque esta Isla es muy estable, los sindicatos no hacen huelgas y nuestros dineros se multiplican y podrán multiplicarse muchas veces en un inmediato futuro.


Y aunque es cierto que a los Castro y, probablemente, a sus inmediatos sucesores no podemos ni podremos venderles una democracia que les quitaría de las manos el pastel, el campo que se abre ante nosotros a pesar de la innegable irritación de los yanquis es, sencillamente, muy prometedor. Aunque, ¡Eso sí!, estas consideraciones, se quedan en el substrato en nuestras declaraciones, porque lo único que haremos público lo será el sofisma, ese invento genial de los griegos del que todavía hoy podemos hacer uso con notable efectividad.



¿Un plan para Cuba?

¿Existe un plan para Cuba? ¿Está previsto, por los grandes poderes de este planeta, el inmediato derrotero de nuestro país en el período inmediatamente posterior al castrismo?
Con Raúl Castro casi outsider y Fidel Castro en los estertores de la agonía (o muerto en vida, que es peor) los últimos avances en dirección opuesta a la ortodoxia de la que tanto presumieron los hermanos ha ido progresivamente transformando un régimen de corte stalinista con el absoluto control del Estado sobre la economía que esto presupone en otro de corte fascista con todas sus características y con una economía cada día más liberada de las trabas originales.
Si se ha instalado (o no) el fascismo en Cuba, en pleno siglo XXI no es cosa que parezca importarle a muchos en este mundo de Dios; pero que se pueda invertir abiertamente ha provocado una reacción instantánea de los buitres de toda la vida y no han tardado un segundo los europeos en asumir la iniciativa y volver -¡Una vez más!- a reconsiderar sus relaciones con la Isla -¡Con el tal régimen!- si se comprueban avances en la defensa de los derechos humanos.
-¡Por la cara! -exclamaría un jovenzuelo español ante situación semejante y sin pensarlo dos veces.
-¡Por la cara! Porque hay que tenerla muy dura para relamérsela de satisfacción y hablar de avances en el respeto a las personas en la sociedad cubana.
Pero, por encima de estas incidencias y con esa natural desconfianza que sentimos los criollos nacionalistas ante el comportamiento de estas aves de rapiña, una interrogante se abre camino entre nuestras reflexiones: "¿No será que lo han tenido todo calculado desde hace ya mucho tiempo? O es que, acaso, ya tienen muy bien elaborado un buen plan para hacerse con el control de la economía y de la vida social en la Isla apadrinando a la oligarquía emergente (a los hijos de los hijos), sea quien sea el que mande.
Aunque parezca algo descolgado sobrevalorar nuestras posibilidades, el valor estratégico de la Llave del Nuevo Mundo se mantiene en su sitio y a la alza, teniendo en cuenta los trabajos de ampliación del Canal de Panamá en el que se trabaja y el proyecto para un nuevo Canal en Nicaragüa financiado por China. Con dos canales transoceánicos en América Central, el incremento del tráfico marítimo se multiplicará muchas veces en la una y la otra direción y, como sucedió la primera vez, todas las potencias tratarán de situar alguna que otra base en sus proximidades. Y como la Doctrina Monroe no podrá salvarnos esta vez y el post-castrismo nos venderá al mejor postor con la única excepción del que pretenda llegar de norteamérica, tenga o no tenga un origen cubano: porque el castrismo, comunista o fascista -que es lo mismo- no podrá nunca abandonar su empeño en borrar de este planeta a la nación cubana humillándola, envileciéndola y reduciéndola a la más extrema de las limitaciones concebibles en una sociedad moderna en el contexto de la cultura Occidental.