Bienvenido al Blog de RAUL SANCHEZ QUINTERO

Quizás uno entre los últimos que, sin esperar hacerse un día profeta, claman en el desierto contra ciertas injusticias interesadamente toleradas por los altos poderes de la sociedad humana. Los profetas que clamaban en el desierto han desaparecido con la aparición de Internet. Ahora los que se cuidan del efecto de las llamaradas de sus palabras son los mismos de siempre, poderosos cazadores en oposición a Yavé, ensoberbecidos por el continuo uso y abuso de "las mieles del poder", cito: los hermanos Castro, Teddy Obiang, el Ogro de Birmania y la dinastía Kim. De manera que, a partir de este punto de encuentro, podré compartir con todos aquellos que así lo deseen, mis inquietudes, opiniones, resentimientos y propuestas. Y así es que me tenéis aquí, en esta hermosa playa africana, junto a mi mascota que es mi familia y junto a este inmenso mar que a todos nos une.




jueves, 11 de abril de 2013

EUROPA EN LA ENCRUCIJADA

Está cantado: La crisis actual en  la euro-zona no solamente significa la des-articulación de un complejo financiero de primera magnitud, sino,  además,  la re-colocación en su sitio de ese pseudo-continente que mangoneó a todo el mundo durante los últimos quinientos años, imponiendo a los demás sus costumbres, sus valores, sus idiomas ( cultura e historia a su imagen y semejanza), sus religiones y el comportamiento social que mejor se avenía a sus intereses.   Un conjunto de elementos que  fundió la sólida base sobre la que se erigió el complejo de superioridad europeo; esa patología que en estas circunstancias, tan dramáticas para ellos, les impide  orientarse en la tormenta y les mueve a continuar fantaseando y pretendiendo hacer creer a los demás que conseguirán evitar la catástrofe.

La situación a dado pie a múltiples disertaciones eruditas  y machaconas discusiones bizantinas; pero no hay que ser, precisamente,  un genio,  para comprender lo que está sucediendo.   Tampoco  se hace necesario resucitar a Adams Smith, rememorar  a Carlos Marx, o  contratar la fértil e imaginativa pluma  de Levy Strauss para que nos rellene  tres páginas de periódico en hebreo: porque hasta el más ingenuo labriego de Nueva Caledonia, puesto sobre los antecedentes, comprendería la situación.

El sistema colonial desapareció oficialmente en el transcurso de la octava década del siglo pasado. Esa década también nos trajo  la des-articulación y posterior desaparición de la Unión Soviética.  La paz ecuménica, por una vez en la vida, parecía hacerse  realidad.  Pero para la economía de Occidente (entendiéndose como tal el grupo de países que conforman  la Europa del Oeste, la América Inglesa y la Comunidad Británica) todo esto se traducía en un brutal frenazo económico que, en primer lugar afectaba al dispositivo que existió hasta entonces de defensa estratégica
 y, por consiguiente,  a la industria del armamento, y no solamente por la ausencia súbita  de una justificación de peligro inmediato, sino por la desaparición de una clientela hasta entonces entusiasmada. Porque, para las oligarquías surgidas con las  naciones emergentes,  los presupuestos ahora eran otros, muy distantes en todos los sentidos a los que detentaron las satrapías anteriores.

Pero si rusos y yanquis  quedaron muy tocados con aquel violento giro de las circunstancias, la tierra de nadie que lo fué hasta entonces la  Europa del Oeste  quedó como el niño al que  arrebatan de las manos el trozo de pastel de manzana que acababa de entregarle su abuelita.  Así que se echó inmediatamente manos al proyecto de alcance limitado que promovió en su momento aquel buen-nazi que lo fue  Konrad Adenauer (que un nazi también puede tener buenas ideas) , amoldándole por aquí y alargándole por allá.   Así nació la Unión Europea.  Proyecto para un  Estado multinacional sin lengua franca y sin cuerpo legal universal, soldado únicamente por dos factores, la tez blanca de sus súbditos-ciudadanos y la moneda única: el euro, nuestro protagonista.

Pero todo marchaba bien, a pesar de las dificultades, hasta que los  bárbaros pretendieron cumplimentar el sueño germánico de toda la vida y, superando el limes, consiguieron meter  dentro de la Nueva Europa a sus ancestrales adversarios del mundo latino.  Para los bárbaros fue la materialización de un sueño largamente añorado (desde el lejano siglo V d.c.) los pueblos del interior del Imperio Romano otra vez sometidos; esta vez por el oro de Odín, (o sea:  el euro).

 Lo que vino después fue la apoteosis. George  Bush Jr.  y Candy Rice, con un reducido equipo de diplomáticos, consiguieron el triunfo donde fracasó Napoleón y fueron aniquilados los ejércitos pánzer enviados por Adolfo Hitler .  La frontera penetró, desde el  Oeste,  en el  Este, situando sus lindes frente al mismísimo Norte de Rusia y amenazando con pasar sobre Ucrania transformada, de un día para potro, en tierra de nadie al arbitrio electoral de una democracia recién nacida y sin precedentes.   Polonia, los antiguos territorios del Imperio Austro-Húngaro, los Balcanes y hasta la mismísima Grecia volvían -no se sabe todavía dónde estuvieron- a la  Europa de nuevo formato.
. Este fue el regalo griego -nunca quedó mejor puesta la frase-  que hizo el amigo americano a la Nueva Europa

¿Pero,estaban los países fundadores en condiciones de recibir este impacto?   Para refundirse con  su hermana del Este, Alemania necesitó veinte años. ¿Estaban rumanos, búlgaros, checos, eslovacos, polacos y todos los demás listos para  re-acondicionar sus medios de producción y sus fuerzas productivas  al nivel que imponía la nueva situación?  ¿Cuánto tiempo necesitaban para conseguirlo?  ¿Cuánto iba a costar el desarrollo de este programa de integración?

No le demos más vueltas al asunto.  Debemos asumir que, el proyecto para la nueva Europa, ha resultado un gran fiasco.

OBIANG, INSUPERABLE REFERENTE

Recientemente, el periódico español EL PAIS, dedicó  buena parte de un suplemento semanal a reseñar las tropelías de las que eran víctimas los empresarios españoles que se aventuraban a invertir sus capitales en la Guinea Ecuatorial gobernada por ese muchachón, Teddy Obiang, de la mano de  familiares y personeros del régimen próximos al dictador. Lo que atrajo mi atención en este caso no es solamente la hipocresía  con la que se trata el tema, sino la monumental falta de ética que adorna a la clase empresarial de algunos países que se presentan ante el mundo como muy civilizados, defensores de los derechos humanos y ta, ta, ta; tá-tá-tá....

El señor Teodoro Obiang está reconocido internacionalmente con un dictador abyecto que oprime hasta lo insoportable a su pueblo mientras se beneficia de la sustanciosa tajada que propicia la industria del petróleo en su pequeño país; emolumentos con los cuales la Guinea Ecuatorial está, en estos momentos, capacitada para iniciar un despegue económico sin precedentes en su historia.  Pero incapaces de substraerse a esta realidad social, algunos empresarios españoles se han lanzado al vacío en este juego de la ruleta con el que habían ya conseguido muchos éxitos en Cuba, donde gobierna Musito, otro dictador tan abyecto y despreciable como Teddy, que hace lo mismo que Teddy  con su pueblo; pero que no aprieta tanto a los inversores extranjeros, aunque suele atemorizarlos con cierta frecuencia.

Lo que muchos no comprenden, o no quieren reconocer en muchos países, en atención a posicionamientos doctrinales o compromisos en el juego sucio de las inteligencias y los favores recíprocos,  es que, Musito y Teddy, los dos a una, encarnan al mismo personaje protagónico en un drama en el cual la vileza y la inmoralidad marchan por delante de cualquier valor, honorabilidad y orgullo.  Son regímenes levantados sobre el barro , sostenidos sobre la iniquidad, insoportables para sus víctimas, despreciables para cualquier persona decente que viva en cualquier lugar  de este planeta.    

Lamentar las vejaciones de una dictadura con la cual se pretende hacer negocios omitiendo la cruda realidad que se desprende del sufrimiento de un pueblo tiranizado, no es sólo una inmoralidad es, además, una desvergüenza.

lunes, 1 de abril de 2013

EL VOTO DEL BUEN SALVAJE

El buen salvaje vota.  Lo saben  en Venezuela.  Y Nicolás Maduro considera ese voto suyo, de su partido y de su gobierno. Pero, por si las moscas, todas las teclas han ido tocadas: la fidelidad del ejército al chavismo, el agradecimiento de los favorecidos, la apreciación de los nuevos ricos y la intimidación a los descontentos (como Fidel Castro, en papel Yavé, recomienda hacer desde La Habana). 

Mientras tanto, el muerto, sigue insepulto y listo para ser utilizado, a la manera que lo fue el Cid Campeador, en la batalla decisiva; porque ha sido esta, sin lugar a dudas, la recomendación del Comandante, de quién se conoce un precedente cuando, en palabras de su mentor, José Pardo Llada,   
ha quedado constancia de que pretendía ejecutar un Golpe de Estado a partir del secuestro del cadáver de Eduardo Chibás que a la sazón se velaba en la Universidad de La Habana.

   -Nos llevamos al muerto y montamos una multitudinaria marcha hasta el Palacio Presidencial.  Tú te pones de Presidente y yo de Primer Ministro.

La ocurrencia fue para Pardo Llada  una sorpresa y la rechazó tajantemente.  Pero muchos años después, compartiendo exilio con Carlos Prío que era en aquel momento del incidente Presidente de la República en funciones, fue mayor su sorpresa al escuchar la  respuesta que este dio a su  pregunta de: ¿Qué hubiera hecho su gobierno si se hubiera materializado aquella idea?   -¡Nada!,-le respondió Carlos Prío.  Me hubiera marchado....

Si alguien quería un precedente, aquí lo tiene.  El lejano origen de las maniobras momificadoras y los prolongados rituales funerarios.  ¡Están aprovechando la leyenda del muerto hasta las últimas consecuencias!

Es muy probable, no obstante, que gane el chavismo, por goleada, estas elecciones, y es también probable que, en el caso contrario, echen a las calles al buen salvaje. Dirán entonces que es la libertad guiando al pueblo quien impone la ley, pero mientras se espera con expectación por los comicios, cuarenta electores mueren, cada día, baleados o acuchillados por delincuentes en las calles de Caracas.