Bienvenido al Blog de RAUL SANCHEZ QUINTERO

Quizás uno entre los últimos que, sin esperar hacerse un día profeta, claman en el desierto contra ciertas injusticias interesadamente toleradas por los altos poderes de la sociedad humana. Los profetas que clamaban en el desierto han desaparecido con la aparición de Internet. Ahora los que se cuidan del efecto de las llamaradas de sus palabras son los mismos de siempre, poderosos cazadores en oposición a Yavé, ensoberbecidos por el continuo uso y abuso de "las mieles del poder", cito: los hermanos Castro, Teddy Obiang, el Ogro de Birmania y la dinastía Kim. De manera que, a partir de este punto de encuentro, podré compartir con todos aquellos que así lo deseen, mis inquietudes, opiniones, resentimientos y propuestas. Y así es que me tenéis aquí, en esta hermosa playa africana, junto a mi mascota que es mi familia y junto a este inmenso mar que a todos nos une.




lunes, 28 de octubre de 2013

LA SUTIL PÉRFIDIA DEL JEFE KIKUYO

En la trama melodramática del muy bien vendido filme: "Memorias de Afica" se inserta una secuencia que al día de hoy resulta muy ilustrativa para los cubanos. Me refiero concretamente al momento en que la protagonista, interesada en elevar el nivel de vida de los kikuyos que habitan su prpiedad, se dirige al jefe de estos para proponerle escolarizar a los niños, objetivo para el cual se ha procurado los servicios de un misionero. Una idea que en principio desagrada al jefe de los kikuyos, que sólo la acepta, a posteriori, con una condición: la e que los niños escolarizados no superen la estatura que señala en el tronco de un arbusto con un cuchillo. A la dama nórdica esta limitación le resulta incomprensible. ¿Por qué excluir a los demás? No lo comprende. Y es entonces que su mayordomo hindú acude en su ayuda:

"-Señora, cuando los niños por usted educados sean mayores, el jefe estará muerto.

¿Qué decir entonces de ese ritmo lento, muy lento, ¡lentísimo!, que ha imprimido Raúl Castro a las reforas eeconómicas en la Isla de su propiedad? El cambio de moneda dentro de dos años (después de casi siete décadas) y por allí adelante. ¿Qué trama el dictador de facto? Pues, simple y llanamente gobernar hasta que llegue la Parca Impía con su carreta a buscarles (tema de otro filme ya clásico), a él y a su hermano, o a su hermano y a él, pensando dejar entrabos tras su paso por la tierra una leyenda.

Se equivoca, sin embargo, el energúmeno. Porque la historia recogerá in alta los acontecimientos en los que jugaron papeles relevantes; pero la historiografía los someterá a un examen minucioso y a partir de allí comenzarán los enjuiciamientos, las comparaciones y la crítica objetiva que, en este caso, se torará despiadada, poruqe todo lo que han hecho, por bueno que nos pueda parecer, siempre ha tenido un trasfondo tenebroso.

Y: ¿Qué nos dejan detrás? Pues, sencillamente, el caos. Que muy bien pudiera ser una guerra civil .que ya puede deducirse en una isla minúscula en la que conviven cuatro ejércitos -así están estructuradas las fuerzas armadas y un aparato represivo (la Seguridad del Estado, la Contra Inteligencia Militar y la fuerza militar que representan los cuerpos de Seguridad Personal y lasTropas Especiales del Ministerio del Interor (las SS cubanas).

Como no abundan en los altos niveles de estos estamentos los dotados on un cierto carisma ni los apasionados con un proyecto político, y como los más ya se han quitado la careta, al menos en privado, y se ocupan todos y cada uno en alimentar "la guanajita echada" esperando el crucial momento, la disputa quedará planteada entre los continuistas -que, por supuesto, los hay- y la inmensa mayoría que ya está hasta las narices de tanta imbecilidad. En este panorama confuso, serán los cuerpos armados, supeditados al Ministerio del Interior, los que decidirán el cotarro. Sólo aceptarán la transformación del régimen si son ellos los que sostienen la sartén por el mano. Y si es así no habrá guerra, aunque no falten conflictos de baja intensidad (luha entre fracciones).

El Partido Comunista, que en la realidad no pinta nada, y que afectado por la extremadamente larga permanencia de los hermanos Castro en el poder, ya lleva enteradas dos generaciones de dirigentes, saltará por los aires. ero muchos de sus miembros en los niveles intermedios se acojerán a la protección los cuerpos armados y con ellos participarán en la refriega por los despojos de los despojos de la que una vez fue República de Cuba,; aunque, si se llega a tales extremos, hasta una intevención del ejército de los EEUU puede llegar a producirse.

Este tétrico panorama en nuestro inmediato futuro, es el que nos muve a evocar la profunda perversidad de aquel Rey de los Kikuyos que no aceptaba competidores en vida, pero que dejaba el campo libre para los que vinieran detrás sin preocuparse mucho por la suerte de aquel al que, según las leyes y tradiciones, correspondería en derecho suplrle tras su muerte en la gobernación de su pueblo.

domingo, 13 de octubre de 2013

EL PRINCIPIO DEL FIN

Serví en el ejército cubano, bajo    las órdenes de los hermanos Acevedo, durante la segunda mitad de la década del sesenta del siglo pasado.   Los hermanos Rogelio y Enrique Acevedo se habían constituido una leyenda en la guerrilla castrista y en la columna de Ché Guevara, reorganizada después de la llegada de Hubert Matos a la Sierra Maestra, desde Costa Rica, con un avión cargado de armas y pertrechos.    En premio por su hazaña, Fidel Castro nombró a Matos comandante de columna y le permitió seleccionar a los hombres que estarían bajo su mando.   Matos quería hombres experimentados en la guerra de guerrillas y, por ese motivo, la columna de Ché Guevara se quedó prácticamente desmantelada y, para recomponerla, el argentino tuvo que recurrir a la así denominada: Escuela de Reclutas de Minas del Frío, en la que, a la sazón, se encontraban destinados la mayor parte de los jóvenes que se sumaban a la guerrilla.  La columna de Ché Guevara contó, entre otros, a partir de entonces,  a los hermanos Acevedo, Rogelio (l8 años) y Enrique (l5), junto a Joel Iglesias (l6), Milán (otros tantos) y el más famoso, RobertoRodríguez  (l8 años), jefe del primer pelotón de esta columna: el Pelotón Suicida, caído en la batalla de Santa Clara.

Esta historia , de  su puño y letra, fue publicada  por Ché Guevara tres años después del triunfo del castrismo, integrando un grupo de relatos que tituló: EPISODIOS DE LA GUERRA REVOLUCIONARIA, y, así como lo refiero,  en la primera edición de este libro, porque tras su muerte en Bolivia en l967 fue suprimido de las posteriores ediciones que ya estuvieron a cargo del gobierno, interesado en borrar de la historia la contribución de Hubert Matos al triunfo de las armas rebeldes sobre la dictadura de Fulgencio Batista.

Con la re-estructuración  del ejército que siguió a la instauración del nuevo régimen, la que hasta entonces había sido la sede de la  Escuela de Infantería, la base militar ubicada en  la localidad de Managua, al Este e la ciudad de La abana,  se convirtió en cuartel del Cuerpo de Ejército Blindado y tuvo como primer comandante a García Peláez,  que muy pronto fue sustituido por Rogelio Acevedo  en una tercera instancia por Lino Carreras Rodríguez    -otro de los jóvenes guevaristas de la columna invasora-.  En ese momento, a Enrique  Acevedo se le asignó el mando de una de las Divisiones de Infantería Moto-mecanizadas que integraban aquel cuerpo (la UM 2350)
Por aquellos años, la confrontación política Este-Oeste, superada la Crisis de los Misiles en Cuba, (octubre de l962),  se había trasladado a otros frentes tales como Indochina; pero la implicación cubana se atuvo a las luchas contra el colonialismo en Africa y a una muy fuerte  implicación en Centro y Sud-América

Eran los años de la Conferencia Tri-Continental y de la OSPAL y el castrismo había ofrecido al Viet-Nam del Norte  unidades milites completas; pero los vietnamitas sólo aceptaron la colaboración de algunos pilotos de cazas (uno de estos lo fue Milán, de quien se comentaba derribó y fue derribado por un chiquillo de l8 años, aunque salvó la vida). En Oriente Medio y en el conflicto sirio-israelí, la participación cubana estuvo a cargo de fuerzas de artillería y blindados que  sufrieron muchas bajas por cuenta de la superioridad de las máquinas occidentales sobre las soviéticas   en aquel momento.   En Africa Sub-sahariana el castrismo apoyó a todos los movimientos independentistas africanos y a todas las guerrillas en todos los países.  Un apoyo indiscriminado que se tradujo,  a posteriori, consumada la independencia de la región con el decreto emitido por las Naciones Unidas condenando y suprimiendo el colonialismo en todo el mundo, en mil y un conflictos intestinos y locales que colocaron al régimen cubano en difíciles situaciones ante la Unión Soviética y ante la comunidad internacional.   

Muchos oficiales y sargentos  del Cuerpo Blindado participaron directamente en esta vorágine de acontecimientos y, por mi experiencia personal, puedo afirmar que la tal unidad militar, en virtud del riguroso régimen de entrenamiento al que estaban sometidas sus tropas y la estricta  disciplina que allí imperaba, así como por la previa selección a la que habían sido sometidas en lo que respecta al origen social y al nivel cultural de sus integrantes, aparentaba ser el ariete que se pretendía fuera desde  aquel Cuartel General que le asignó un buen  día la misión de interceptar al supuesto enemigo como fuerza de choque.   Muchas virtudes que cayeron en el vacío cuando llegó la orden para  su disolución después del fracaso económico de la así llamada: Zafra de los Diez Millones, en la que a Rogelio Acevedo se había asignado el mando de la provincia de Camagüey, una de las provincias claves en aquellas circunstancias por su enorme capacidad productiva.

No tengo que decir que, Rogelio, cayó en desgracia, tal como en desgracia había caído el ministro de la industria azucarera, Aníbal Velaz, que actuando con honestidad había advertido a Fidel Castro que, con los medios en poder del Estad y la capacidad agrícola del país en aquellos momentos, era absolutamente imposible producir tal cantidad de azúcar en una sola zafra.   Una actitud que provocó su  destitución fulminante y le obsequió con  una victoria moral sin parangón sobre el líder de un régimen que se ha cuidado mucho  de  mantener  inédito el para ellos desagradable incidente.. 

Pero en ese sube y  baja al que están siempre sometidos  todos los integrantes de la nomenklatura en un régimen totalitario (en este caso de izquierda) mantener la compostura y la fidelidad a la causa se constituyen la carta de triunfo que garantiza la supervivencia.  Y cuando el grado militar es alto y la trayectoria al servicio de la causa rica en anécdotas y sucedidos siempre se termina flotando, lo que equivale a decir, sobre la superficie. Y sí, pasado el mal momento y superadas diversas etapas, desaparecida la Unión Soviética y con ella la Guerra Fría, en los afanes de Fidel Castro por conservar el poder a cualquier precio no caían en la cuenta las reformas y la transparencia que propugnaba Gorbachov, sino mas bien la cerrazón de la cerrazón, abriendo solamente las vías imprescindibles para garantizarse la supervivencia del régimen así como lo hacían los clanes dominantes en la Edad Media en el Mundo Antiguo.

Mas si jugar con el tiempo resultó siempre una buena estrategia empleada por los Castro, todo tiene sus límites en el diario vivir del ser humano. Y con el anquilosamiento de las estructuras sociales impuestas por el régimen y la presión llegada desde el exterior a partir de una comunidad floreciente en los Estados Unidos muy capaz de superar en productividad al país que una vez les vio nacer, a pesar de las notables desproporciones territoriales y de  población, la doctrina del régimen cayó en el descrédito y abandonar el país fue a partir de entonces la mejor solución para todos los que percibían el agotamiento del castrismo y su incapacidad de recuperación, desechando a priori cualquier otra alternativa como muy bien podía ser la de enfrentarse cara a cara al régimen y sacar a los Castro del poder.

Al día de hoy, cuando la noticia en boga -nos ha llegado algo tarde-  es la decapitación de un  Rogelio   Acevedo -¿general?- bajo cuyas órdenes  una vez serví  -hace 45 años, exactamente- y que, por consiguiente debe deambular por la octava década de su vida, acusado de malversación de fondos públicos y den otros mil delitos económicos encubiertos en las actividades de una línea aérea estatal  y,  todo ello, en el contexto que se describe repetidamente en boca de cuanto cubano sale de aquella Isla, ya sea con carácter definitivo o temporal, como el de un ambiente de corrupción generalizada en el que cualquier presupuesto ético brilla por su ausencia, es que me doy por convencido de que el fin del régimen castrista está a las puertas y  de que todos debemos estar preparados para el regreso a nuestro hermoso país natal, con el ánimo y el interés de volver a colocarlo en la posición que una ve tuvo y por derecho le pertenece entre todas las naciones de la Tierra.   

miércoles, 2 de octubre de 2013

INTEPRETANDO LOS ISMOS....

Castrismo y Chavismo se venden como novedades ideológicas en un tiempo en el que las ideologías occidentales se han agotado en la praxis después de dos milenios y a partir del cristianismo y en orden sucesivo el socialismo, el fascismo, el nacionalsocialismo y el comunismo. Al día de hoy no se puede engañar a nadie. Y sólo ofreciendo beneficios a corto plazo y en este mundo, es que se puede atrapar a la gente para posteriormente hacer uso de ella a voluntad. Es así como el castrismo y el chavismo se constituyen un único fenómeno de esta naturaleza y, consecuentemente, los procedimientos que han empleado para hacerse con el poder y conservarlo a perpetuidad resultan idénticos. .

Si se observa el detalle con atención, los ismos, ¡todos!, han compartido un enemigo común a lo largo de la historia: La Declaración de Derechos del Hombre. A esta realidad no puede escapar ninguno porque, los ismos, llevan todos implícito un carácter sectario sin el cual no podrían existir y que, ¡curiosa paradoja!, se constituye el germen de su auto-destrucción.

Plagado de vicios y de errores, pero fundamentado sobre el derecho de gentes, el sistema democrático moderno, que emergió con la Ilustración de la destrucción del Antiguo Régimen (monarquía y cristianismo combinados) quedó desde entonces indisolublemente ligado al desarrollo de las fuerzas sociales y, por consiguiente, ha debido enfrentase a todos los ismos habidos y por haber, sin que se cuente un sólo caso en el que no haya triunfado, al principio o al final. De lo cual se deduce la vida de un ismo será más corta o más larga en relación directa con su capacidad para oponerse al sentido común en una de sus más claras aplicaciones: el ideario
democrático.

¿Cómo explicar entonces el ascenso de movimientos como el castrismo y el chavimo? Pues, simple y llanamente remitiéndonos a la historia de América a partir de los tiempos modernos, sin dejar fuera de su sitio la implantación en la super-estructura de los pueblos centro y sudamericanos de las antiguas culturas pre-columbinas.

Y: ¿cuales respuestas nos da la historia? Pues una única respuesta encerrada en una sola palabra: “oligarquía”. Un ente social pernicioso heredado de la antigüedad y la Edad Media europea trasplantado al Nuevo Mundo por españoles y portugueses. La semilla de un mal que prendió, floreció y fructificó en estas tierras generando muchas y diversas variedades: colonial, independentista, servil en la independencia a intereses foráneos y ahora “revolucionaria”, según se auto-proclaman los nuevos oligarcas cuando consiguen hacer trizas de la oligarquía tradicional para
montarse una nueva sobre la plataforma de una novedosa ideología matizada de exotismo:
“Revolución Cubana”. “Socialismo del Siglo XXI”. “Alianza Bolivariana de las Américas”.

En la praxis esto funciona de la siguiente manera: se encumbra a los militares, se encumbra a los funcionarios de lo cuerpos de seguridad; se sanea el ambiente desplazando a los inconformes y se
va situando, progresivamente, a los descamisados en las posiciones importantes. Se exigen pruebas
de fidelidad a la causa a cada instante y se castigan los errores con severidad. Vista gorda para las infracciones cometidas por los nuestros; pero exigencia extrema para los opositores. El presupuesto nacional queda supeditado a las actividades políticas del gobierno. Se exporta todo lo que se puede exportar sin precaución ni prevención alguna acerca de lo que pueda suceder en el futuro, porque es garantizar el futuro -el nuestro- lo que pretendemos.

Y es, por todo esto, por lo que nos hemos inventado un ismo!