Bienvenido al Blog de RAUL SANCHEZ QUINTERO

Quizás uno entre los últimos que, sin esperar hacerse un día profeta, claman en el desierto contra ciertas injusticias interesadamente toleradas por los altos poderes de la sociedad humana. Los profetas que clamaban en el desierto han desaparecido con la aparición de Internet. Ahora los que se cuidan del efecto de las llamaradas de sus palabras son los mismos de siempre, poderosos cazadores en oposición a Yavé, ensoberbecidos por el continuo uso y abuso de "las mieles del poder", cito: los hermanos Castro, Teddy Obiang, el Ogro de Birmania y la dinastía Kim. De manera que, a partir de este punto de encuentro, podré compartir con todos aquellos que así lo deseen, mis inquietudes, opiniones, resentimientos y propuestas. Y así es que me tenéis aquí, en esta hermosa playa africana, junto a mi mascota que es mi familia y junto a este inmenso mar que a todos nos une.




sábado, 9 de junio de 2012

Castrismo infecto-contagioso

Como una plaga de langostas  los emigrados cubanos se han dispersado por todo el planeta.  
Algunos, aprovechando la ocasión de un viaje al extranjero en funciones de gobierno, otros, como invitados de familiares afincados  en el exterior y, algunos otros , aprovechando las circunstancias
más extrañas y complicadas  situaciones.  El movimiento migratorio que se inició con los lancheros de la década del sesenta que se cobró miles de vidas por el fuego de las armas de los guardacostas cubanos y nutrió de otros miles de personas las cárceles del castrismo daría paso a los asaltos a las embajadas y a la eclosión del Mariel como lo fue antes la de Camarioca.  Fue a partir de entonces que la postura intransigente del castrismo saltó por los aires y una nueva política con relación a los problemas migratorios  fue adoptada por el régimen siguiendo aquel principio oriental de,"si no puedes derrotar a tu enemigo, únete a él".  Ha sido así como la emigración se ha convertido en el primer negocio, a escala internacional, de la dictadura cubana que ha explotado y explota cada nueva veta  con apasionado interés.  En este orden de prioridades las comunidades cubanas de los EEUU y España ocupan lugares preferentes; la última y la penúltima potencias coloniales en el continente americano parecen librar una batalla sorda en este sentido con la vista puesta en el post-castrismo cuando ya es evidente que el régimen, no solamente hace aguas sino que se hunde irremediablemente. Política de Estado, señores, nada más y nada menos, que persigue la creación de una comunidad  suficientemente numerosa y solvente para influir en la política internacional y económica de la tal democracia ( como sucedía en la década del treinta con la comunidad española que, en la Isla, representaba casi un 30% de la población del país). La tolerancia y el novedoso enfoque que se da ahora en España a los emigrantes del castrismo que no son necesariamente adversdarios del régimen sino más bien todo lo contrario queda así esclarecido y explicado.  Las tácticas de la dictadura, consecuentemente , se han ajustado a la nueva situación.  Si el gobierno Chino, vigente campeón mundial del comunismo financia y estimula a sus ciudadanos a la conquista del comercio en todo el orbe ¿Por qué no adoptar la fórmula modificándola  según nuestros intereses?  Pongamos como ejemplo lo que ya tenemos en la ciudad de Las Palmas: bares, pizzerias, salas de baile, autoservicios, agencias de viajes y por allí adelante a lo que hay que sumar la mensualidad que debe pagar cada cubano residente en España para conservar el derecho a regresar a su querida patria, alguna vez cada año, y a los extras por los boletos,  los días de estancia en la tierra de sus antepasados,  el peso del equipaje  y por lo que se le ocurra al nuevo jefe de aduanas en el aeropuerto de La Habana desesperado por ascender en la escala jerárquica.  Esto es lo que tenemos. Y así de bien nos caen las pensiones que generosamente paga España a los hijos de sus ciudadanos nacidos en el extranjero  y así de bueno sería que cobraran un sueldo los jóvenes y se lo trajeran también. El castrismo vive un verdadero idilio con España.  Lo que todavía no está claro es lo que piensan conseguir en España con todo esto.