¿Existe un plan para Cuba? ¿Está
previsto, por los grandes poderes de este planeta, el inmediato
derrotero de nuestro país en el período inmediatamente posterior
al castrismo?
Con Raúl Castro casi outsider y Fidel Castro en los
estertores de la agonía (o muerto en vida, que es peor) los últimos
avances en dirección opuesta a la ortodoxia de la que tanto
presumieron los hermanos ha ido progresivamente transformando un
régimen de corte stalinista con el absoluto control del Estado sobre
la economía que esto presupone en otro de corte fascista con todas
sus características y con una economía cada día más liberada de
las trabas originales.Si se ha instalado (o no) el fascismo en Cuba, en pleno siglo XXI no es cosa que parezca importarle a muchos en este mundo de Dios; pero que se pueda invertir abiertamente ha provocado una reacción instantánea de los buitres de toda la vida y no han tardado un segundo los europeos en asumir la iniciativa y volver -¡Una vez más!- a reconsiderar sus relaciones con la Isla -¡Con el tal régimen!- si se comprueban avances en la defensa de los derechos humanos.
-¡Por la cara! -exclamaría un jovenzuelo español ante situación semejante y sin pensarlo dos veces.
-¡Por la cara! Porque hay que tenerla muy dura para relamérsela de satisfacción y hablar de avances en el respeto a las personas en la sociedad cubana.
Pero, por encima de estas incidencias y con esa natural desconfianza que sentimos los criollos nacionalistas ante el comportamiento de estas aves de rapiña, una interrogante se abre camino entre nuestras reflexiones: "¿No será que lo han tenido todo calculado desde hace ya mucho tiempo? O es que, acaso, ya tienen muy bien elaborado un buen plan para hacerse con el control de la economía y de la vida social en la Isla apadrinando a la oligarquía emergente (a los hijos de los hijos), sea quien sea el que mande.
Aunque parezca algo descolgado sobrevalorar nuestras posibilidades, el valor estratégico de la Llave del Nuevo Mundo se mantiene en su sitio y a la alza, teniendo en cuenta los trabajos de ampliación del Canal de Panamá en el que se trabaja y el proyecto para un nuevo Canal en Nicaragüa financiado por China. Con dos canales transoceánicos en América Central, el incremento del tráfico marítimo se multiplicará muchas veces en la una y la otra direción y, como sucedió la primera vez, todas las potencias tratarán de situar alguna que otra base en sus proximidades. Y como la Doctrina Monroe no podrá salvarnos esta vez y el post-castrismo nos venderá al mejor postor con la única excepción del que pretenda llegar de norteamérica, tenga o no tenga un origen cubano: porque el castrismo, comunista o fascista -que es lo mismo- no podrá nunca abandonar su empeño en borrar de este planeta a la nación cubana humillándola, envileciéndola y reduciéndola a la más extrema de las limitaciones concebibles en una sociedad moderna en el contexto de la cultura Occidental.
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