Bienvenido al Blog de RAUL SANCHEZ QUINTERO

Quizás uno entre los últimos que, sin esperar hacerse un día profeta, claman en el desierto contra ciertas injusticias interesadamente toleradas por los altos poderes de la sociedad humana. Los profetas que clamaban en el desierto han desaparecido con la aparición de Internet. Ahora los que se cuidan del efecto de las llamaradas de sus palabras son los mismos de siempre, poderosos cazadores en oposición a Yavé, ensoberbecidos por el continuo uso y abuso de "las mieles del poder", cito: los hermanos Castro, Teddy Obiang, el Ogro de Birmania y la dinastía Kim. De manera que, a partir de este punto de encuentro, podré compartir con todos aquellos que así lo deseen, mis inquietudes, opiniones, resentimientos y propuestas. Y así es que me tenéis aquí, en esta hermosa playa africana, junto a mi mascota que es mi familia y junto a este inmenso mar que a todos nos une.




martes, 27 de marzo de 2012

Los caminos del Demonio son...

Los caminos del Señor son inescrutables , pero los del Demonio, se perciben a simple vista.  El Saco de Roma fue obra de los soldados de Carlos I, Campeón de la Contrareforma. Santa Juana de Arco terminó sus días en la hoguera, acusada de brujerías, antes de ser elevada a los altares. ¿Y este Ratzinger ?  Jefe de la Inquisición, ultra entre los ultras del conservadurismo romano, de visita        extraoficial en la Cuba de los Hnos. Castro. ¿Es que a esto dedica el tiempo libre ?
Se ha negado a recibir a las Damas de Blanco y no ha tenido contacto alguno con la disidencia  mientras un centenar de cubanos daba con sus huesos en las cárceles; pero lo hará con los familiares  de los dos principales asesinos en libertad que habitan este planeta. ¿Cuál es la reflexión que corresponde?  Nuestra independencia nacional fue obra de la masonería. Nuestras  banderas son masónicas. Nuestros próceres , todos, creyentes y no creyentes, estaban, por regla general, afiliados  a la Gran Logia o alguna otra fraternidad. Y, ante este panorama, ¿qué podemos decir?
Pues que, es tal la repugnancia que provoca este pueblo prostituido con sus gobernantes envilecidos y sus espectáculos abominables que lo mejor  parece ser ignorarlo por completo.  Me pregunto si también Nuestro Señor Jesucristo se hubiera negado a recibir y bendecir a los sufridos disidentes cubanos como acaba de hacerlo su Vicario en la Tierra. ¿O es que estamos ante otra travesura del Demonio?               

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