Bienvenido al Blog de RAUL SANCHEZ QUINTERO

Quizás uno entre los últimos que, sin esperar hacerse un día profeta, claman en el desierto contra ciertas injusticias interesadamente toleradas por los altos poderes de la sociedad humana. Los profetas que clamaban en el desierto han desaparecido con la aparición de Internet. Ahora los que se cuidan del efecto de las llamaradas de sus palabras son los mismos de siempre, poderosos cazadores en oposición a Yavé, ensoberbecidos por el continuo uso y abuso de "las mieles del poder", cito: los hermanos Castro, Teddy Obiang, el Ogro de Birmania y la dinastía Kim. De manera que, a partir de este punto de encuentro, podré compartir con todos aquellos que así lo deseen, mis inquietudes, opiniones, resentimientos y propuestas. Y así es que me tenéis aquí, en esta hermosa playa africana, junto a mi mascota que es mi familia y junto a este inmenso mar que a todos nos une.




jueves, 6 de marzo de 2014

La Comparsa del Alacrán

Estamos de carnavales y, los Hermanos Castro, organizan su comparsa como cada año. Para protegerles un costado ya actúan con libertad en Bruselas, defendiendo su indefendible causa, los consabidos miembros en activo de "la clase política más desprestigiada de Europa (cito: doña Rosa Diez), y para protegerlos por el otro no hay que decir que allí están los del ALBA y la obscuridad.


Con los flancos de esta manera protegidos, los hermanos: el que habla y el que escucha lo que se dijo cuando puede esto hacer, siguen sacando pecho, gritando insultos etílicos y robando a los artistas circenses el papel de traga-fuegos.


Esta es la patética visión que van a dejar detrás de si los Castro, devorados por el tiempo y el desarrollo de la historia, encaprichados en sobrevivir a cualquier precio en prejuicio de todos, sin la menor dignidad ante la muerte, cobardes en su cobardía enfermiza y diabólica.


Pero como he dicho, la comparsa está preparada y cada cual ocupa su posición correctamente. Los primeros los de Bruselas que no son más que los mismos de siempre. Y los segundos, que ya están muy tocados, ensayando el canto del cisne de una revolución que comenzó cubana para terminar bolivariana.


-¡Un, dos y tres, que paso más chévere! ¡Uno dos y tres, el de mi conga es!

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